Los principales problemas serán la dificultad para tragar alimentos, para comunicarse y para poder caminar.
Respecto a la alimentación, una dieta alta en calorías ha demostrado ser beneficiosa, mejorando la coordinación y el estado de ánimo. Se aconseja que las comidas sean trituradas y sin especies, líquidos espesados, comer despacio sin que el enfermo hable mientras mastica o traga, todo ello para evitar ahogos.
Para que exista comunicación con un enfermo hay que ser paciente, hablando despacio, repitiendo los mensajes importantes y simplificándolos, haciendo preguntas que se puedan responder con un sí o un no.
A pesar de la dificultad que el movimiento supone para los enfermos de E.H., estos deben ejercitarse y mientras su estado aún lo permita, es necesario que realicen sencillo ejercícios.